Microcuento
Mi querido monje, quizás cuando despiertes yo ya no este, tal vez despiertes en varios años o en el peor de los casos nunca, junto a tu desayunador deje un libro donde tendrás los pasos a seguir si quieres cumplir lo que me habías prometido. Como dije antes dudo estar cuando te despiertes, pero de alguna forma te agradeceré si cumples con aquello que hablamos.
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