Cuento Propio
Me levante un viernes, como todas las mañanas me lave la cara, me bañe y me senté a desayunar junto a mi perra a la que le digo negrita. Mi casa no es la gran cosa e incluso está adaptada a mí, ya que por mis condiciones no puedo llegar a lugares altos. Pero tiene algo que tiene un gran valor sentimental, todos mis antepasados vivieron acá, mi casa fue pasando de generación en generación, incluso hasta guardaba unas escrituras en jeroglífico que no tenia idea de que lo significaban pero fue un gran tesoro familiar, junto con la casa, que tiene un montón de secretos que nunca voy a llegar a descubrir. Me han ofrecido muchísimo dinero, pero esta casa tiene que seguir pasando de generación en generación, no se porque, pero siempre fue así, se podría decir que es como una tradición, pero como no lo sé, y siento una profunda tristeza al recordarlo, prefiero no hablar de esto.
Aquel viernes, llegue al trabajo como todos los días, subí
las escaleras, a mi tiempo, me gustaría poder hacerlo como casi todo el mundo,
seguramente me hubiese podido defender en aquel ataque. En mi oficina me
esperaban 3 hombres, bien vestidos, podrían haber sido tranquilamente unos
clientes, pero no lo eran. Me ofrecieron en dinero lo que valían 5 casas, pero
tenia que dejar la mía. Sin dudarlo dije que no, no me interesaba vender la
casa, no podía. Estos hombres me insistieron, me dijeron que por mis
condiciones podían darme una mejor calidad de vida que la que tenía ahí, que
los hijos de mis hijos iban a tener la vida solucionada con lo que me ofrecían,
ante tantas negaciones, estos hombres se fueron muy enojados, y me contaron que
al salir de la oficina, rompieron el espejo de un baño.
La verdad que esto no me pareció para nada raro, ya que
muchas veces me habían ofrecido mucho dinero por mi casa, pero nunca habían
venido sin previo aviso y menos con tanta violencia. Mas allá me lo tome como
algo totalmente normal de un empresario que no pudo cerrar un negocio, no me
esperaba lo que iba a pasar después…
Cuando termino mi jornada laboral, me dirijo a mi casa
caminando porque me gusta disfrutar de la ciudad, de los chicos jugando en la
calle, ver los autos pasar, disfruto mucho de esto.
En el frente de mi casa tengo un parque floreado, con dos
árboles casi simétricos, césped por todo el frente y con un pequeño espacio
para pasar caminando, ahí me estaban esperando dos personas, de vestimenta
similar a los que me esperaron en mi oficina, también me ofrecían lo mismo,
pero de manera mas violenta, me daban a entender que no tenía otra opción que vender,
si total yo estaba solo, nadie se iba a enterar que vendí la casa.
Intente averiguar porque había tanto interés por mi casa, si
después de todo era una casa con algunas cosas antiguas y jeroglíficos por
todos lados, y encima estaba adaptada para personas enanas, ¿de que les iba a
servir? Y otra de las grandes dudas que tenia era ¿Cómo sabían que estaba solo?
También fui a la policía para notificar lo sucedido, pero
solo me tomaron una denuncia y me dijeron que iban a estar atentos a todo lo
que pasaba, la situación me empezaba a intranquilizar así que esa noche decidí pasar
el fin de semana en la casa de Elisa, mi novia.
El día lunes siguiente cuando llego a mi casa del trabajo,
todo se volvió gris para mí, el frente de mi casa estaba destruido, los arboles
podados, las flores cortadas y el pasto como si le hubieran tirado algún
residuo toxico, al abrir la puerta me encuentro con unas tijeras muy filosas,
con restos de hojas, seguramente con eso cortaron los árboles y las flores.
Pero eso no era todo, cuando entre a mi casa estaba todo totalmente destruido,
no dejaron nada sano, rompieron vajillas, muebles antiguos, toda la luminaria,
incluso hasta ¡cortaron los cables! Las paredes quedaron totalmente destruidas,
los dibujos que hicieron mis antepasados en las paredes ya no estaban, incluso
hasta se encargaron de tirarle mas pintura arriba para que sea imposible
recuperarlos y cuando ingrese a la sala de estar note que había un agujero en
la pared, ahí estaba el reloj que no funcionaba hace años, incluso mis padres
me dijeron que cuando ellos eran chicos no funcionaba, imagínense lo añejo que
era, pero eso no fue lo que mas me impacto, si no que al parecer el reloj
estaba tapando algo, había un espacio donde cabían perfectamente cajas fuertes,
como si se escondiera algo ahí.
Intentamos identificar a los responsables mediante las
cámaras de seguridad de la oficina, pero fue imposible. ¿Cómo alguien iba a
creer que esa gente fue la culpable? Después de todo el robo pudo haber sido un
caso aislado.
Agradezco a dios que no le hicieron nada a Negrita ni a mí.
Ahora solo queda recomponerse de los daños materiales, realmente destruyeron
todo.
Me voy a quedar siempre con la espina de por qué, y que
había atrás de ese reloj antiguo.
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